¡A LA BATALLA POR EL SOCIALISMO EN CUBA! (Texto abreviado)

Artículo ampliado en nuestra revista "La Comuna"

Por Yunier Mena Benavides     

Quienes cada día resuelven sus problemas vendiendo y comprando se ven motivados a creer, estimulados por sus resultados, que esa es la mejor manera que el mundo tiene para funcionar, cuando no la única. El 12 de marzo de 2020 irrumpió en el espacio público de la ciudad de Santa Clara una masa de hombres y mujeres llenos de indignación, seguridad y alegría. Era un numeroso grupo de trabajadoras y trabajadores por cuenta propia que exigía sus derechos al gobierno y al partido provinciales, los que intentaban ponerle límites al comercio en beneficio de la sociedad.

Manifestantes del sector privado, trabajadores de "La candonga".
Manifestantes del sector privado, trabajadores de "La candonga".

Todos, o una gran parte, laboraban en el mercado «La candonga» y su indignación provenía del desacuerdo con esos mismos límites gubernamentales, su alegría de la fruición de la rebeldía y su seguridad de las conclusiones del sentido común. Los resultados de tal huelga fueron muy positivos para los manifestantes, que lograron ser escuchados y en gran medida satisfechos por las autoridades.

Son muchos los cubanos de hoy que ponen sus esperanzas en el rendimiento de la propiedad privada y en el mercado. Se hace difícil comprender que propiedad privada y mercado son parte del problema y no la solución. Cuba, bloqueada, necesita riqueza y cómo encontrarla si no es de ese modo. Lo cierto es que un tipo u otro de propiedad, o incluso el mercado, no son el origen de la riqueza, y menos de la riqueza verdadera. En el trabajo y en la forma de trabajar es donde se debe buscar lo tan necesitado. «Los valores de uso, levita, lienzo, etc., o lo que es lo mismo, las mercancías consideradas como objetos corpóreos, son combina­ciones de dos elementos: la materia, que suministra la naturaleza, y el trabajo», como explica Marx en El capital.

Puestos de comida rápida en la Candonga.
Puestos de comida rápida en la Candonga.

Los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución para el Período 2016-2021, el Plan Nacional de Desarrollo Económico hasta 2030 y la Constitución de la República de Cuba no orientan la vida nacional en el camino que encuentre en el trabajo mismo y su forma la riqueza material y social tan demandada en Cuba,  la mejor guía en política. En otras palabras, ninguna de esas conceptualizaciones fortalece el socialismo, por el contrario, lo debilitan porque permiten la reproducción de la producción material capitalista y la reproducción de las ideas que la amparan. Una confirmación de este fenómeno es esa reciente huelga de cuentapropistas villaclareños o la resistencia habitual de los transportistas privados frente al reajuste de los precios impuesto por el Estado.

Graffiti en una de las zonas de parqueo de los transportistas privados santaclareños.

La solución del dilema económico, social y político de Cuba no depende del éxito económico privado, ni si quiera del estatal, en términos de la estatalidad actual. La clave está en desarrollar una nueva economía centrada en los valores de uso de los productos del trabajo y, como la verdadera riqueza no es material o económica sino humana, en la forma democrático-obrera de organizar la producción y el ejercicio del poder en general, así como en el incremento de la educación, la cultura y el uso de la ciencia.  Las metas que sacan al país de la escasez, el burocratismo, la incultura, el robo, la mediocridad y los rezagos del capitalismo están en ese sentido que no es el de la política nacional de hoy, normada en los documentos mencionados y constatado día por día.

Candonga con venta de juguetes y productos varios.

Se impone desconfiar de las armas melladas del capitalismo para salvar al hombre de sus carencias y de las fórmulas para la transición socialista que sustentaron la práctica de los estados anticapitalistas de los siglos XX y XXI que no superó el capitalismo. Leámoslo escrito por el propio Che:

La tendencia debe ser, en nuestro concepto, a liquidar lo más vigorosamente posible las categorías antiguas entre las que se incluye el mercado, el dinero y, por tanto, la palanca del interés material o, por mejor decir, las condiciones que provocan la existencia de las mismas. Lo contrario haría suponer que la tarea de la construcción del socialismo en una sociedad atrasada, es algo así como un accidente histórico y que sus dirigentes, para subsanar el error, deben dedicarse a la consolidación de todas las categorías inherentes a la sociedad intermedia, quedando solo la distribución del ingreso de acuerdo al trabajo y la tendencia a liquidar la explotación del hombre por el hombre como fundamentos de la nueva sociedad, lo que luce insuficiente por sí solo como factor del desarrollo del gigantesco cambio de conciencia necesario para poder afrontar el tránsito, cambio que deberá operarse por la acción multifacética de todas las nuevas relaciones, la educación y la moral socialista, con la concepción individualista que el estímulo material directo ejerce sobre la conciencia frenando el desarrollo del hombre como ser social.

El origen de la cita anterior es el artículo «Sobre el sistema presupuestario de financiamiento» de febrero de 1964. También el economista Michael Lebowitz se pregunta por el socialismo en su libro La alternativa socialista: el verdadero desarrollo humano publicado por nuestra Editorial de Ciencias Sociales en 2015:

Para muchas personas educadas en los textos del siglo XX, las siguientes tesis lo definen: El socialismo implica reemplazar la propiedad privada de los medios de producción por la propiedad estatal. El socialismo es la primera etapa posterior al capitalismo, y le sucede la etapa superior, el comunismo. La condición para el comunismo es el desarrollo de las fuerzas productivas. El principio de distribución según la contribución de cada uno es el apropiado para el socialismo y para el desarrollo de las fuerzas productivas.

Edición cubana del libro "La alternativa socialista. el verdadero desarrollo humano"

Su respuesta se opone a esa serie de tesis y explica que el socialismo se consigue paulatinamente a partir de la interacción garantizada por un estado revolucionario entre la propiedad social de los medios de producción, la organización obrera de la producción y el poder desde abajo, y la distribución de los valores de uso según las demandas de la sociedad y las posibilidades de la riqueza creada. Eso no quiere decir que sea recomendable desechar de inmediato y radicalmente el mercado o la jerarquización burocrática de toda sociedad, solo que hay que violentarlos constantemente, usarlos para dar tiempo a que otras relaciones puedan actuar, relaciones que después de 60 años de revolución en Cuba tienen que entrar a jugar un papel mucho más alto.

Puesto de la candonga donde se exponen a la venta productos de hogar y de aseo.
Puesto de la candonga donde se exponen a la venta productos de hogar y de aseo.

El camino a seguir no es hacer como los redactores que elidieron del proyecto inicial de Constitución de la República de Cuba la palabra comunismo, más bien hay que pensar con toda insistencia en cómo cambiar el mundo. Hay que dar nuevo vigor socialista a la Revolución Cubana y no dinamitar las bases del que le queda con el fomento de la propiedad privada, o hacer una nueva revolución comunista cuya bandera sea roja y cuyo himno sea «La Internacional».

Para ver texto completo descargue La Comuna, revista teórica de nuestro blog en la que encontrarás material más profundo acerca de temas similares. 

A continuación: