10 libros para comprender la Revolución cubana; de manera crítica y marxista (más amplias lecturas complementarias)
A la diminuta camarada Seve en su primer año de lucha
y a su líder política y madre, mi compañera Claudia
Si bien fuera de Cuba se puede acceder a una
historia del proceso político iniciado con el triunfo de Fidel Castro en 1959 -ya
sea desde el afamado libro de Sartre Huracán sobre Cuba, pasando por el
herético volumen de K. S. Karol Los guerrilleros en el poder, hasta
llegar a la crónica periodística de Anthony D´Palma Los cubanos: vidas
ordinarias en tiempos extraordinarios-, lo cierto es que mayormente estamos
ante una narrativa donde los análisis sobre la Revolución cubana se construyen con
ausencia de la historiografía producida en Cuba.
Las aún limitadas ediciones digitales en Cuba -que
dejan por fuera valiosos textos publicados años atrás-, el muy reciente uso de internet
en esta nación caribeña, la exclusión de las editoriales cubanas en los grandes
mercados de libros, más la fuerte propaganda anticomunista de Estados Unidos y
los medios capitalistas hegemónicos de comunicación internacional, ha provocado
que la historiografía de la Revolución cubana hecha en Cuba esté prácticamente ausente
en el mundo. Debido a ello se ha distorsionado y vulgarizado la historia de la
Revolución cubana construyéndose así la imagen simplona, incluso en amplios
sectores intelectuales, de una larga dictadura estalinista o, en el muy
cuestionable mal menor, un paraíso socialista.
Buena parte de los debates que tienen lugar
entorno a la Revolución cubana se apoyan en textos producidos fuera de Cuba,
los cuales, a su vez, muchas veces parten de fuentes que tampoco nacen en Cuba.
El equivocado criterio de que en Cuba existe exclusivamente el discurso del
Partido Comunista, deviene en un sesgo que tiende a provocar la no consulta de
los textos producidos por los investigadores cubanos. Menos aún se consulta la
prensa oficial cubana, la cual es fundamental para comprender el actual proceso
político que tiene lugar en Cuba y la historia misma de la Revolución.
Entre otras de las más graves falencias que sufren
las historiografías de la Revolución cubana construidas en el extranjero es
que, en el afán de hacer una narrativa crítica y alejada de la historia oficial
cubana, se tiende a obviar los documentos emitidos por el gobierno y aún más
los discursos de Fidel Castro. Sin analizar directamente los discursos de Fidel
Castro, los documentos oficiales y la prensa del Partido Comunista de Cuba, es
imposible construir una historiografía real de la Revolución cubana. Y es que,
aunque siempre fue la clase trabajadora cubana el principal protagonista de la
Revolución, el director de la puesta en escena fue Fidel Castro. Analizar desde
el marxismo críticamente a Fidel Castro a través de sus discursos es otro de
los grandes espacios ausentes en la narrativa sobre la Revolución cubana.
Desgraciadamente, la mayoría de las visiones sobre
Fidel Castro se han construido básicamente desde la propaganda política, tanto de
izquierda como de derecha, ya sea en Cuba, como desde el extranjero. Es que si
algo también ha distorsionado la imagen de la Revolución cubana son los textos
de los “amigos de Cuba” los cuales ofrecen una imagen tan idílica que, tiende a
provocar rechazo o la construcción de un socialismo cubano irreal.
Otro de los errores de las historiografías sobre
la Revolución cubana construidas desde el extranjero es ignorar la llamada Revolución
del 30; es decir, el proceso político con preludio en 1925 tras la fundación
del Partido Comunista de Cuba y la llegada del general Gerardo Machado al poder,
la consiguiente Revolución del 30, triunfante en agosto de 1933, con su
gobierno más radical derrocado en enero de 1934 y sepultado como proceso
político en 1935 tras el fracaso de la huelga general. La combinación del escenario
político creado por la dictadura de Machado, la fundación del Partido Comunista,
con su expansión y disidencias -principalmente la nucleada en torno a Sandalio
Junco y Juan Ramón Breá- más el inicio de diferentes izquierdas nacionalistas, dio
paso a un proceso revolucionario donde afloraron las corrientes políticas que
conformarían la Revolución cubana triunfante en 1959 -hecho este el cual
podemos marcar su origen en 1953 con el asalto al cuartel Moncada, dirigido por
Fidel Castro-.
Curiosamente, la mayoría de los títulos expuestos
en esta lista se pueden adquirir en diferentes plataformas digitales de venta.
Obviamente, son ejemplares aislados que se han puesto a la venta por gestión
individual y no por la necesaria inmersión de Cuba en el mercado editorial
internacional. Ni de lejos esta lista básica de diez libros fundamentales -más
amplias lecturas complementarias- logrará rellenar el hondo vacío que rodea a
la historia de Cuba, pero, quien dedique un estudio serio de los siguientes
títulos tendrá inexorablemente una visión real, objetiva y marxista de la
Revolución cubana.
1-
La Revolución cubana del 30. Fernando
Martínez Heredia, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2011. En
una breve compilación de ensayos, el intelectual revolucionario cubano Fernando
Martínez Heredia resume magistralmente el proceso político de 1930, el cual fue
el origen ideológico de la Revolución triunfante en 1959 e iniciada en 1953. Como
títulos complementarios se proponen dos antologías fundamentales para tener una
visión minuciosa de la Revolución del 33. Estas son Guiteras 100 años,
compilación realizada por la historiadora cubana Ana Cairo y Julio
Antonio Mella.1903-1929,una biografía escrita por la historiadora alemana
Christine Hatzky, publicada en Cuba en 2008. Guiteras 100 años -publicada
en 2007 por la cubana Editorial Oriente - es enjundioso texto que compila
documentos escritos por y sobre todo, acerca de una de las principales figuras
de la Revolución del 30, Antonio Guiteras: el líder revolucionario que encabezó
el Gobierno de los 100 días, así como la posterior resistencia contra el golpe de
Estado y sus derivados en el poder. Además, esta compilación cuenta con una
detallada cronología de la historia política cubana a lo largo del siglo XX. Por
si fuera poco, es el primer libro cubano publicado por una editorial estatal
donde se planteó que uno de los principales fundadores del trotskismo cubano,
Sandalio Junco, fue asesinado por un comando del Partido Comunista -entonces,
Unión Comunista Revolucionaria-. Por su parte, la minuciosa biografía de Hatzky
sobre el líder comunista cubano cercano al trotskismo, ayuda a entender la
conformación del escenario político que daría paso a la llamada Revolución del
30 y la crisis con la cual nació en Cuba el PC, al estar marcado desde sus
inicios por el dogmatismo al punto de expulsar a Mella de sus filas.
Sin embargo, aunque se mencionan
-un hecho rupturista para la época-, por diferentes motivos, tanto el citado
libro de Fernando Martínez Heredia, como en la compilación de Ana Cairo y Julio
César Guanche, falta una mayor apreciación del trotskismo cubano en el proceso
político llamado la Revolución del 30. Sucede que sin el trotskismo cubano no
se puede comprender la Revolución de 1933 y sin la Revolución de 1933 no se
puede comprender la Revolución cubana de 1959. Para suplir esta ausencia se
recomiendan los artículos del historiador cubano Rafael Soler acerca del
trotskismo en Cuba -a destacar los textos publicados en las revistas cubanas Santiago,
Temas y la argentina En Defensa del Marxismo; todos los textos
del historiador mexicano Sergio Moisens sobre este tema -principalmente a modo
de resumen El Partido Bolchevique Leninista (trotskista) y la huelga general
de agosto de 1933 en Cuba- y el dossier que la revista británica Revolutionary
History publicó en el 2000 con los capítulos de la tesis doctoral de Gary
Tennant sobre la historia del trotskismo cubano -resumen el cual se puede
encontrar en el sitio web Marxist International Archive-. Cabe señalar que la
mencionada investigación de Tennant es, hasta hoy, la más completa historia del
trotskismo en Cuba.
2-
Eduardo Chibás: imaginarios,
Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2010. Este libro es una minuciosa selección
de textos compilados por la ya mencionada historiadora cubana Ana Cairo donde
se recoge el pensamiento y análisis sobre el líder nacionalista de izquierda
Eduardo Chibás -a quien podemos considerar como el principal ideólogo del joven
Fidel Castro-. Dicha compilación cubre el interregno político que tuvo lugar
entre 1935 -momento donde podemos dar por concluido el ciclo revolucionario iniciado
en 1925- y 1953, cuando Fidel Castro asalta al Cuartel Moncada. Esta
compilación de Ana Cairo tiene también la valía de presentar desde sus propios actores
el proceso de construcción de las controvertidas izquierdas nacionalistas que
darían paso a la Revolución cubana de 1959 y sus choques no solo con la
derecha, sino, y muy importante, contra el estalinismo cubano. Un breve -pero
necesario- texto complementario es La libertad como destino, de Julio
César Guanche que recoge el amplio espectro de las disidencias socialistas antiestalinistas
y el importante papel de la Constitución de 1940 -clave en la Revolución cubana
de 1959- . En este compendio de ensayos -uno de los cuales forma parte de Eduardo
Chibás: imaginarios- aparece insistentemente la revolucionaria
provocación de mencionar al trotskismo como parte imprescindible de las
izquierdas cubanas.
3-
La historia me absolverá. Tras
el asalto al cuartel Moncada, hecho ocurrido el 26 de julio de 1953, Fidel
Castro al ser detenido iría a juicio donde expondría su propio alegato de defensa.
Este documento es, en la práctica, la exposición de la ideología del Fidel
Castro que iniciaría la lucha armada contra Batista. Estudiarlo es necesario
para comprender por qué la presencia del nacionalismo en todo el discurso de la
Revolución cubana y la importancia de José Martí -héroe nacional de Cuba y
principal referente de las luchas por la independencia- en la ideología del
mismo Partido Comunista fundado en 1965. Como textos complementarios se
recomiendan lecturas de José Martí, principalmente su carta testamento a Manuel
Mercado, el artículo Vindicación de Cuba, el Diario de Campaña y
las crónicas Los Mártires de Chicago. La ideología martiana es otra -necesaria-
pieza extraviada en los análisis realizados desde el extranjero sobre la
Revolución cubana.
4-
La contraofensiva estratégica y
La victoria estratégica. Fidel Castro, Oficina de Asuntos
Históricos del Consejo de Estado, La Habana, 2011. Compilación de
valiosos documentos poco divulgados, emitidos por el Movimiento 26 de Julio y
el mismo Fidel Castro durante la guerra de guerrillas contra Fulgencio Batista.
Aunque de momentos pudieran parecer dos volúmenes cargados excesivamente de
historia militar, las órdenes y decisiones tomadas por Fidel Castro al frente
del Movimiento 26 de Julio durante la lucha armada habla de las alianzas y
rupturas del momento, a través de las cuales se pueden comprender parte de las
decisiones políticas que se iban a tomar al inicio de la Revolución triunfante.
5-
1959: una rebelión contra las
oligarquías y los dogmas revolucionarios. Instituto
Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, La Habana, 2009. Esta
es una muy necesaria compilación realizada por Fernando Martínez Heredia y
Julio César Guanche con artículos de fundamentales historiadores cubanos sobre
la confirmación del proceso revolucionario que inició en 1953. Un análisis
crítico y sin idilios de las organizaciones de izquierda -y otras oposiciones
nacionalistas- bajo la dictadura de Fulgencio Batista, la construcción
ideológica del Movimiento 26 de Julio, las posturas del estalinismo ante la
guerra de guerrillas y los inicios de la Revolución cubana en el poder. Este libro
es quizá, el texto resumen para comprender la Revolución cubana narrada desde
adentro y escrito con las voces de los historiadores cubanos críticos. Como
necesario complemento a 1959… se pueden recomendar los números de la revista
Temas 55 y 56 dedicados al 50 aniversario de la Revolución cubana, así como el
Anuario de Investigación del Instituto Juan Marinello correspondiente a 2017.
6-
Documentos de la Revolución
cubana, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana. Siete volúmenes -publicados entre 2006 y
2016- que recogen los principales documentos y discursos del gobierno
revolucionario desde el 1ro de enero de 1959 hasta 1966 compilados por los
historiadores cubanos José Bell Lara, Delia Luisa López y Tania Caram. El
primer volumen revela la hoy silenciada complejidad de las luchas políticas en
los primeros meses de la Revolución triunfante. Como lecturas complementarias para
comprender el decisivo 1959, se recomienda consultar los periódicos Revolución
y Hoy, digitalizados en la Biblioteca Nacional José Martí. También los
tres números de la revista Bohemia llamados Números de la Liberación arrojan la
gravedad de las primeras semanas del triunfo revolucionario.
7-
El gran debate de la economía
cubana 1963-1964. La Habana, Editorial Ocean Press
Sur, 2011. Compilación de neurálgicos textos de Che Guevara, acompañados
por escritos de Ernest Mandel y Charles Bettelheim -actores directos en la
polémica- que resumen las luchas internas por la construcción del socialismo en
Cuba durante los inicios de la Revolución cubana. Es importante tener en cuenta
que estas polémicas no eran debates académicos, sino que definían -como
sucedió- el modelo de construcción del socialismo: si una economía
revolucionaria o plegada a las estructuras de la Unión Soviética. Un título
complementario sería Che, el socialismo y el comunismo de Fernando
Martínez Heredia, galardonado en 1989 con el Premio Casa de las Américas.
Cabe señalar que el hecho de otorgarse este premio por parte de una de las
más importantes instituciones del gobierno cubano, sepultaba el brezhnevismo en
las políticas culturales cubanas y demostraba cuál era la reorientación
ideológica de Cuba en 1989. Se sugiere también como texto complementario la
introducción a La Revolución Traicionada, correspondiente a la edición
del Partido Obrero Revolucionario trotskista cubano publicada en 1964 y de
pronta aparición en Comunistas Cuba.
8-
El 71: anatomía de una crisis. Jorge
Fornet, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2013. El giro brezhneviano del
proceso socialista cubano es un momento clave en la historia de la Revolución. No
pocos investigadores asumen que la supeditación de Cuba a la Unión Soviética
marcó el final de la Revolución en sí, dando paso a un Estado socialista burocráticamente
deformado. En este texto se describe detalladamente las causas que provocó la
imposición -pero no triunfo definitivo- del neoestalinismo en Cuba. Es, hasta
hoy, el más detallado texto que aborda desde la historiografía cubana el inicio
del giro brezhneviano en la Revolución cubana. Como textos complementarios se
recomienda el título La política cultural del periodo revolucionario:
memoria y reflexión, una compilación de los debates que en 2008 llevaron a
cabo intelectuales cubanos acerca del periodo neobrezhneviano en Cuba, conocido
como Quinquenio Gris -periodo el cual se puede alargar hasta que se inició el
llamado Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas en 1986-.
La importancia de esta compilación se debe a que el enfrentamiento de las
facciones políticas en la Revolución Cubana se reflejó de manera meridiana en
la lucha dentro del sector cultural. Controlar el plano de la cultura y los
principales medios de prensa, era -y es- controlar el proceso ideológico: esto
es algo que siempre tuvieron muy presente tanto el sector estalinista, como el
amplio espectro político revolucionario. Se deben agregar los libros Polémicas
culturales de los 60 -compilado por la intelectual cubana Graziella
Pogolotti-, y Tras los pasos del cronista, esta última una detallada
biografía del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, que trasciende los
límites biográficos y desarrolla un abundante análisis de la realidad política
de los sesenta. La compilación de la Pogolotti se centra en los orígenes de los
enfrentamientos ideológicos en los sesenta en el ámbito de la cultura. Estos
cuatro textos son ejemplo de una época de apertura que vivió Cuba desde 2008
hasta 2016 donde la libertad de crítica entre la intelectualidad cobró una
fuerza hoy imposible de practicar.
9-
La unión nos dio la victoria.
Documentos del 1er Congreso del Partido Comunista de Cuba, La Habana, 1975.
Este es un texto fundamental para comprender el viraje de Fidel Castro hacia la
Unión Soviética. Leer los discursos de Fidel Castro en dicho congreso
comparándolos con el discurso del mismo Fidel Castro en la fundación del
Partido Comunista -1965- arroja la gravedad del giro brezhneviano en el proceso
de construcción del socialismo en Cuba. La biografía de Raúl Castro realizada
por el historiador ruso Alexei Leonov es un texto complementario para analizar
el proceso de burocratización descrito por quienes lo llevaron a cabo.
10- La
evolución del poder en la Revolución Cubana, Juan Valdés Paz, Fundación Rosa
Luxemburgo, México, Volumen II (2018) Para
poder cerrar este muy básico decálogo de libros – y amplias lecturas
complementarias- en un intento de comprender la Revolución cubana y sus
posteriores procesos políticos, es imprescindible este texto del intelectual
cubano Juan Valdés Paz, donde se resume la historia política de la isla desde
1991 hasta 2018. Otros tres textos sirven para complementar la que fue la
última obra de Juan Valdés Paz. Estos son Sociedad civil y hegemonía de
Jorge Luis Acanda, Mirar a Cuba. Ensayos sobre cultura y sociedad
civil de Rafael Hernández y La verdad no se ensaya de Julio César
Guanche.
Los títulos de Jorge Luis Acanda y Rafael
Hernández -publicados respectivamente en 2001 y 2022- reflejan los debates que
habían surgido en Cuba a raíz de la caída de la Unión Soviética. Estas
polémicas habían sido provocadas por la crisis del dogma marxista-leninista el
cual evidentemente era insuficiente para entender la nueva Cuba emergida de las
ruinas del Muro de Berlín. Sociedad civil, democracia y libertad fueron
términos hasta el momento vedados por la burocracia cubana y que ahora
inevitablemente se hacían presentes. Por su parte, La verdad no se ensaya,
de Julio César Guanche -premio CLACSO 2009- es otro de los títulos que revelan
la libertad de crítica que vivió Cuba de manera creciente entre 2008 y 2016 y
las inquietudes generadas ante el deficitario sistema político cubano.