¡Por la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz! Llamamiento desde Comunistas Cuba

"La acusación de intimidación pública implica la utilización de un tipo penal usado por los  gobiernos contra la movilización ciudadana, cuyo objetivo es cercenar el derecho a la protesta social como así también el aumento de penas"

Pronunciamiento internacional por la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz 



Llamamiento desde Comunistas Cuba:

La clase trabajadora cubana está sufriendo la represión que implica restaurar el capitalismo. En ese proceso destructor, la clase trabajadora cubana ha contado con la fuerte solidaridad de las organizaciones trotskistas argentinas, las cuales han sabido distinguir dónde empieza la política de la burocracia cubana y dónde terminan los intereses de la clase trabajadora. Y es algo que las organizaciones trotskistas argentinas lo han demostrado en hechos. 

Sería injusto decir que solamente las organizaciones trotskistas argentinas han sido las solidarias con la clase trabajadora cubana, denunciando la restauración capitalista; reclamando la liberación de quienes, sin tener ningún vínculo con el imperialismo, hoy cumplen años de prisión por salir a reclamar sus derechos en las calles de Cuba. Pero aunque muchos otros partidos marxistas han tenido una fuerte postura y accionar internacionalista con la clase trabajadora cubana, es innegable que por su sistematicidad las verdaderas organizaciones trotskistas argentinas también han tenido un papel de vanguardia en esta lucha. 

La burocracia cubana se preocupa cuando ve que los trotskismos han vuelto a Cuba y que La Revolución traicionada se lee cada vez más: libro que la mayor de las veces llega desde Argentina. Es un hecho que la mejor lucha contra la burocracia neocapitalista cubana es la lucha construida desde el marxismo y, sin ver a Trotski como un profeta, sus análisis describen revolucionariamente la realidad cubana. Eso le preocupa a la burocracia cubana: para ella es muy conveniente una oposición vinculada a Estados Unidos, pero le resulta muy perjudicial una organización marxista crítica apoyada por organizaciones trotskistas. Esto se debe a que es muy fácil desprestigiar a una oposición apoyada por Estados Unidos, la cual en los hechos lucha para someter a la clase trabajadora cubana bajo la dictadura capitalista pro imperialista. En últimas, como la burocracia cubana trabaja por la restauración del capitalismo, se puede poner de acuerdo con la oposición derechista, otorgándole espacios y privilegios. Parte de los reclamos que le hace la oposición derechista a la burocracia cubana ya los cumple a diario la dirigencia del PCC: si antes la dirección del Partido Comunista se enorgullecía publicando el crecimiento de la industria nacional, ahora presentan como un éxito cuánto avanza la propiedad privada*. No en vano la burocracia cubana en pleno estudia a Xi Jinping y no a Marx, ni a Lenin. 

Cada vez que un militante trotskista de Argentina visita Cuba, llega con el interés de contactar con miembros de la izquierda crítica. Cada vez que se le pide a las organizaciones trotskistas argentinas que divulguen un comunicado de la izquierda crítica o un artículo de Comunistas, no ponen ningún reparo. Cada vez que ha habido necesidad de reclamar la liberación de algún compañero, ahí están las verdaderas organizaciones trotskistas argentinas. 

Desgraciadamente, algunas pocas organizaciones marxistas han tomado el triste papel de defender a la burocracia cubana. Cuando cada vez más se haga evidente el proceso de restauración capitalista en Cuba, esas organizaciones sufrirán un colapso político, como mismo sucedió con los partidos pro Moscú tras el derrumbe de la Unión Soviética. Pero por el mismo golpe que sufrió el movimiento comunista internacional al caer la Unión Soviética, la militancia marxista aprende cada vez más rápido. El mejor ejemplo es que, a diferencia de los partidos tutelados por el Kremlin, los cuales llegaron a tener miles de militantes mientras existía la URSS, hoy, las organizaciones revisionistas que apoyan a la burocracia cubana son escuálidas agrupaciones, la gran mayoría haciendo frente común con la burguesía de sus países. Sin embargo, en algún cercano momento -como ya comienza a suceder- la solidaridad con la clase trabajadora cubana en su lucha contra la restauración capitalista impulsada por la burocracia, contará no solo con el apoyo de organizaciones trotskistas, sino del más amplio marxismo revolucionario. Las agrupaciones marxistas que continúen apoyando a la burocracia cubana, descalificando como contrarrevolucionarias a las legítimas protestas del 11J, se hundirán bajo el peso de la lucha de clases y terminarán degenerando en el socialreformismo. Ese fue el destino de las organizaciones tuteladas por la URSS: tras la caída de la Unión Soviética explotaron en pedazos y los partidos herederos de las burocracias neoestalinistas torcieron hacia la más adaptada socialdemocracia. Sin embargo, tras la caída de la URSS, sí crecieron las organizaciones trotskistas. Hoy en Argentina, mientras el PC y sus escisiones son minúsculas agrupaciones que forman parte de la maquinaria de gobierno, los partidos trotskistas crecen a diario. Parte de su crecimiento está dado por la claridad con que exponen la realidad cubana.

Entonces, toca ahora que desde Cuba se exija la libertad de los militantes trotskistas argentinos César Arakaki y Daniel Ruiz,  quienes han sido condenados por el simple hecho de participar en protestas, reivindicando los intereses de la clase trabajadora. Como mismo explica el Pronunciamiento internacional por la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz, "El día 7 de noviembre de 2021 el Tribunal Oral 1 a cargo de José Feliciano Ríos condenó a César Arakaki, militante de Partido Obrero, y Daniel Ruiz, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado, a 3 años y seis meses y 3 años de prisión de cumplimiento efectivo, respectivamente. La condena se debe a su participación el 18 de diciembre del 2017 de una movilización de 300.000 personas que se manifestaron en las afueras del Congreso de la Nación (parlamento), en oportunidad de que el gobierno de Cambiemos sancionara la ley que modificó la fórmula de movilidad jubilatoria, birlándoles a los haberes jubilatorios 100.000 millones de pesos (unos 5.300 millones de dólares de la época) solo en el año 2018. Ambos fueron condenados por los cargos de lesiones en agresión, intimidación publica y atentado agravado contra la fuerza pública por más de dos personas.

"La acusación de intimidación pública implica la utilización de un tipo penal usado por los  gobiernos contra la movilización ciudadana, cuyo objetivo es cercenar el derecho a la protesta social como así también el aumento de penas.".

Como mismo desde las organizaciones trotskistas argentinas se ha reclamado no solo por la liberación de los detenidos en las protestas que ha llevado a cabo la clase trabajadora cubana contra la burocracia, sino también exigiendo el cese del hostigamiento a referentes de la izquierda crítica; ahora nos toca a la militancia revolucionaria cubana exigir la absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz. Quienes han sido detenidos saben del peso que tiene la solidaridad internacionalista, de cuánto reconforta y ayuda saber que desde otros países se lucha por su liberación o absolución. Para César Arakaki y Daniel Ruiz, cualquier reclamo que venga desde Cuba sencillamente les resultará una gran alegría. Un sencillo reclamo en redes sociales, pegar un cartel en una calle, aunque sea pequeño y sin correr riesgos, escribir algún comunicado, pintar un muro pidiendo la absolución de estos compañeros, hacer alguna actividad divulgando los hechos, será un aliento grande para César Arakaki y Daniel Ruiz. Más allá del elemental deber internacionalista, que ya de por sí debe movilizar, en Cuba se debe tener en cuenta que si antes las organizaciones de Arakaki y Ruiz lucharon por nosotros, ahora nosotros debemos luchar por ellos. 


¡Absolución inmediata para César Arakaki y Daniel Ruiz!

¡Deténgase la represión contra la clase trabajadora argentina!

¡Viva el Internacionalismo Comunista!

Comité Editorial de Comunistas Cuba


*Curiosamente, mientras la clase trabajadora cubana sufre una de sus más graves crisis de desabastecimiento de alimentos, la economía privada ocupa principalmente la gastronomía y rubros similares. O sea, como siempre sucede: el crecimiento de la burguesía va en detrimento de la clase trabajadora. Sin embargo, la oposición derechista se enfoca en presentar como principal culpable de la crisis de desabastecimiento a la burocracia cubana, lo cual, de cierta manera es real; pero la propuesta de la derecha cubana se apoya en la hipocresía de demostrar que mientras el Estado es ineficiente, la economía privada crece. Si en buena medida el sector de la economía privada crece es por el gran estímulo de la burocracia cubana. Muchos de los productos que hoy ofrecen las tiendas privadas a precios ajenos al bolsillo obrero, los podía comprar la clase trabajadora en los mercados estatales. La burocracia cubana desabastece a las empresas del mercado y la gastronomía estatal para esos productos enviarlos al sector de la economía privada, es decir, aupar a la nueva burguesía -de la cual muchos de los funcionarios gubernamentales forman parte, directamente, como propietarios, o a través de testaferros-, en detrimento de la clase trabajadora.