Réplica a "Jóvenes oportunistas vs. Cuba socialista"

 

Hemos recibido un grupo de opiniones sobre el artículo "Jóvenes oportunistas vs. Cuba socialista". En esta réplica, el autor aporta otras lamentables características de ese sector de la juventud que tristemente gana espacio en la esfera pública. 

por Yosvani Malagón Crespo (yosvaniJ11@gmail.com) 

Frank García Hernández hace un trabajo magistral al caracterizar la naturaleza de los jóvenes burócratas que se hacen con el control del PCC en la actualidad. Frank ofrece un perfil psicológico preciso del verdadero enemigo del proyecto socialista cubano. Estos jóvenes oportunistas son diferentes a sus mayores. No tienen ninguna conexión con las masas de cubanos que sufren, ni estos jóvenes burócratas tienen ninguna experiencia en la lucha o la construcción de instituciones o el fortalecimiento de las fuentes de producción. Los jóvenes oportunistas no tienen ninguna base o conocimiento del marxismo clásico y su inherente democracia, humanismo e internacionalismo. Como tal, el joven oportunista es sordo a las demandas de la juventud normal por la libertad de ideas y de expresión, por la igualdad de las mujeres, por la liberación de las personas LGBTQ y la dignidad de los negros. Al joven oportunista no le importan las necesidades de los trabajadores pobres que mantienen la economía ni sus vidas miserables, que no tienen voz para mejorar.

Frank no da nombres concretos de los jóvenes oportunistas porque son la mayoría del PCC. Son un batallón de cuidadores que intentan subir a la cima de un PCC degenerado. Al llegar a la cima, su sed de enriquecimiento personal les impedirá sentir simpatía por los que están por debajo de ellos, por muy grave que sea la situación de los de abajo. Se vuelven inmunes al dolor de los demás y creen que su mandato es aplastar brutalmente las voces disidentes. Con mucho gusto darán órdenes de arrestar, encarcelar e incluso matar para preservar su dominio y su control sobre las masas, la base de sus privilegios y los medios para satisfacer su avaricia.

Lo que Frank describe ha ocurrido repetidamente. Me vienen a la mente Rusia, China y Vietnam. Los jóvenes oportunistas de esas naciones cambiaron los bienes colectivos del pueblo por coches de lujo, casas, gestiones rentables y puestos de propiedad. Pero en estos tres ejemplos, las condiciones de los trabajadores han empeorado, las libertades civiles apenas existen, y en cada país, las mujeres y las personas LGBTQ sufren mucho.

Frank se pregunta qué pasaría si "cientos de jóvenes salieran a manifestarse con banderas rojas, exigiendo la construcción del socialismo en libertad". Hay muchas posibilidades de que entre las filas de la juventud del PCC, algunos se unieran a sus compañeros. Muchos jóvenes cubanos normales levantarán la bandera roja del socialismo y la libertad cuando se produzca una manifestación de este tipo. Los socialistas que creen en la libertad y la democracia deben preparar y dirigir una batalla para restaurar el marxismo. Al hacerlo, podemos exponer la naturaleza antisocialista del PCC y reunir a los cubanos que tienen la convicción de que el pueblo debe controlar su destino en lugar de una élite parasitaria despiadada.

Es hora de que los humanistas marxistas se unan y salven las conquistas de la revolución, antes de que los jóvenes oportunistas vendan nuestros bienes colectivos a sus homólogos de Miami, a cambio de convertirse en nuestros nuevos amos de la esclavitud bajo una estructura capitalista colonial.

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Comunicado de Comunistas por el 48 aniversario de la muerte de Salvador Allende y el golpe militar contra el Gobierno de Unidad Popular

Este 11 de septiembre se cumplen 48 años del golpe militar neofascista contra el Gobierno del compañero presidente, Salvador Allende. Terminaba así el fin de la experiencia chilena de construir el socialismo por la vía pacífica (1970-1973). Durante el mandato de Allende, el máximo líder del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, llamaba a “impulsar el poder popular como gobierno local, autónomo de los poderes del Estado”. El encartonado Partido Comunista de Chile (PCCh) orientado por Moscú calificaba las posturas políticas del MIR como “irresponsables”, “dañinas y “aventureras”. Sin embargo, fue el MIR quien desgraciadamente tuvo la razón: confiar en las instituciones burguesas para construir el socialismo es un sinsentido. La caída del Gobierno de Unidad Popular vino por el ejército “leal” al presidente Allende y no por los “aventureros” miristas, quienes -a diferencia del PCCh- fueron los primeros en organizar la resistencia armada contra la Junta Militar de Pinochet. El Che decía que no se puede construir el socialismo con las “armas melladas del capitalismo”. Cuba, de cierta manera, vive hoy una situación similar: se intenta construir el socialismo con instituciones melladas por el capitalismo y la degeneración burocrática. Hace dos meses exactos estallaron las inevitables protestas del 11 de julio: fue triste ver que el descontento popular lo canalizaran consignas construidas desde la derecha. La caída del Gobierno cubano provocaría la llegada del más neoliberal de los capitalismos y no los Estados de bienestar nórdicos. Cada vez se hace más evidente que existe una grave desconexión entre un importante sector de la dirección del país y la clase trabajadora cubana. Los más claros ejemplos son cuando nuestros dirigentes no se percatan que están cometiendo graves errores y cuando se molestan por señalarles los errores. Desgraciada y peligrosamente se ha convertido en algo común. Esto puede costar muy caro al proyecto de construcción del socialismo cubano y sobre todo, a la clase trabajadora que es la primera en ser afectada por cada error que comete la dirección del país. Cada vez es más urgente la constitución de un MIR cubano: un frente de izquierdas democráticas, emancipadas y libres. Como mismo no fue el MIR quien derrocó a Allende y sí el ejército burgués, como mismo en Cuba no será la izquierda crítica quien traicione al socialismo y sí el sector más oportunista de la burocracia; sector que con el apoyo de sus jóvenes censores kautskistas ataca a la izquierda crítica marxista. Ya lo vimos con la Tarea Ordenamiento: no faltaron jóvenes aspirantes a burócratas que apoyaron a grito pelado los crudos recortes que después el mismo Gobierno retirara. Prefirieron estar con los errores de la burocracia que con las necesidades de la clase trabajadora. La izquierda crítica sí estuvo con la clase trabajadora cubana porque viene de los sectores más desvalidos de ella, vive en barrios obreros y no es hija de dirigentes con negocios privados.

¡Trabajadoras y trabajadores: al poder!

Algún lugar de Cuba

Comité Editorial de Comunistas