En defensa de la compañera Alina Bárbara López y la democracia socialista



La intelectual cubana, Alina Bárbara López, coordinadora de la revista digital La Joven Cuba el pasado 25 de octubre fue citada dos veces por la llamada Contrainteligencia, órgano policial que esta vez actúa como lo dice su nombre. En la primera ocasión Alina Bárbara López fue invitada a sostener una entrevista extraoficial en una institución cultural, denunciándolo desde su perfil de Facebook:

“Por primera vez me acaba de contactar telefónicamente una persona, mujer, que se identificó como coronel de contrainteligencia para proponer una conversación en la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), un raro lugar por cierto.

Mi respuesta fue: yo no tengo nada que conversar con la contrainteligencia, si desean venir a mi casa serán recibidos.

Les adelanto que el otro paso sería una citación oficial e iría con mi abogado llegados a ese punto”.

Poco después, la coordinadora de La Joven Cuba recibió en su casa una citación oficial la cual también rechazó públicamente:

“Vinieron a mi casa dos oficiales de contrainteligencia que me dejaron esta citación con fines de que asista a una entrevista a las 2 pm. No lo haré.

No se trata de un problema de capricho, o de perreta infantil. Explicaré mis motivos. En Cuba se ha entronizado una lógica perversa que establece presiones sobre personas a las cuales no hay motivos para encausar y que son amenazados y coaccionados por motivos políticos. Yo no me prestaré a ello. Creo necesario cerrar ese esquema.

Los órganos de contrainteligencia existen en otros países, pero su función es investigar y, una vez armada la trama de un delito, pasarlo a Fiscalía para una acusación formal. Si tienen modo de probar un delito en mi caso, háganlo. Yo no tengo nada que decirles, y tampoco nada de lo que quieran decirme lo aceptaré. Porque lo que ustedes quieren: que no ejerza mi libertad de pensamiento, expresión y reunión, es inaceptable para mí, como debería serlo para cualquier ciudadano e intelectual”.

Quien se mantenga al tanto de lo que ocurre en Cuba o al menos conozca sobre cómo es la realidad que viven los intelectuales críticos, pudiera no llamarle la atención este suceso. Recientemente diferentes periodistas del medio de prensa privado El Toque fueron presionados por las autoridades cubanas para que abandonaran su profesión. Las presiones surtieron efecto y los periodistas renunciaron de manera pública.

En Cuba, casos similares o peores antes han tenido lugar. Entonces ¿Por qué el revuelo de que Alina Bárbara López sea citada por la Contrainteligencia? Alina Bárbara López es una de las más altas voces de la intelectualidad cubana. Por si fuera poco Alina no es el intelectual que por sus ideas políticas ha caído marginada de toda institución. La coordinadora de La Joven Cuba sigue siendo miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y, sobre todo, Alina es una confesa socialista. Jamás Alina Bárbara López había vivido una situación como esta.

¿Qué hizo esta vez Alina para merecer una citación oficial y extraoficial de la Contrainteligencia? Sencillamente Alina cometió el crimen de ser una coherente intelectual socialista. No podemos saber qué provocó el estallido de la ira censora. En realidad, en la mente del censor cualquier cosa es un motivo para reprimir, pero no recordemos que no pocas veces el móvil de los represores en realidad es la ambición mediocre de querer crecer en el aparato. O sea, un oficial da la orden de atacar a una alta figura de la intelectualidad crítica con el fin de ganar un ascenso.

En tiempos de crisis los mediocres tienen espacio fructífero en la represión. Es muy fácil atacar con las armas del Estado contra una persona. En esta ocasión Alina es una de las personalidades más influyentes de la intelectualidad crítica.

Pero si molesta y preocupa es porque Alina no se va de Cuba. Ese decisivo punto y el que Alina sea una confesa socialista son los principales motivos por el cual temen a la coordinadora de La Joven Cuba. Si Alina cae, también caerá La Joven Cuba. Pero si Alina cae detenida pueden estallar protestas frente al Ministerio de Cultura con la misma fuerza o más que las del 27 de noviembre de 2021.

La burocracia cubana está ciega y sorda. La soberbia política que segrega la impunidad les ha comido los ojos y taponeado los oídos. Quienes decidieron hostigar a Alina Bárbara López deben reconsiderar el error que están cometiendo. Es obvio que no se percataron de la grandeza de Alina Bárbara López, tampoco les importa. Pero debieran tener en cuenta que pueden pagar caro un error político como este. No es una amenaza: es sencillamente saber cuáles pueden ser las consecuencias de arrestar o continuar el acoso contra alguien como Alina Bárbara López.

Al mismo tiempo toda la intelectualidad crítica cubana debe tener en cuenta que si Alina cae comenzarán a rodar muchas cabezas pensantes. Se llega a un momento en que cualquier acto puede ser motivo de persecución. Denunciar la persecución contra Alina es también ayudar a evitar que muchos seamos reprimidos. Quien se crea infalible por permanecer en alguna institución sepa que la burocracia también irá a por él. Los ataques contra Alina son ataques directos contra cualquier intelectual cubano que intente levantar la cabeza por encima de los centímetros oficiales.

Los ataques contra Alina Bárbara López son un ataque contra toda la izquierda crítica cubana. Los ataques contra Alina López son ataques contra cualquier intento de democracia socialista. El deber revolucionario de cada intelectual de izquierda -no importa su nacionalidad- es solidarizarse públicamente con Alina Bárbara López; o intentar detener que sobre ella caiga el peso del miedo a la democracia socialista.

¡Cerremos el esquema!

¡Viva la democracia socialista!

¡Solidaridad con la intelectual cubana Alina Bárbara López!