Ir al contenido principal

Paula no ha muerto

 


Por: Lisbeth Moya González 

Ha muerto de Covid-19 mi amiga Paula Monteverde, compañera en la lucha y en el corazón. Murió porque no había más oxígeno para ella en Toro Valle, el pueblito rural de la zona colombiana del Cauca - de gran presencia cocalera y consecuentemente violenta- a la que dedicó toda su vida. Se contagió en una manifestación a cara descubierta por los derechos humanos, la paz en Colombia y por una sanción fuerte contra Uribe.
En mi última conversación con Paula, le pedí que no fuera a la manifestación, que se quedara en casa. Su respuesta fue:
"Cómo no voy a hacer nada. En Cuba es fácil no hacer nada. Que hay que cuidarse, es claro. Pero cómplice de asesinos, jamás". Una hora después volvió a escribirme:
"Daniel está preocupado por si te respondí mal. Pero como a veces no sé hablar, te lo diré como nos lo dijo el sacerdote en la misa por Elisa: "Elisa vive en dos padres que están comprometidos por la paz. Solo morirá si nos convencen de que debemos quedarnos callados o que hay que responder la violencia con más violencia". Espero me entiendas. Te quiero, pero tengo a mucha gente a quien querer también".



Paula y Daniel son los padres de Elisita, una niña de siete años que fue asesinada por el grupo paramilitar "Águilas Negras". Era el segundo atentado contra la madre, por ser una lideresa campesina, militante de la organización "Católicas por el derecho a decidir" que lucha por reivindicaciones de la mujer como optar por el aborto, y apuesta por un socialismo humano.
El primer atentado contra Paula la llevó a Chile a estudiar Educación Intercultural. Allí conoció a su pareja y tuvo a su Elisita: una hija de todo el Pacífico Sur, como diría su padre. Cuando la pequeña cumplió cuatro años regresaron a Colombia con la esperanza de que los "Diálogos de Paz"  hicieran la diferencia . Fue por un par de meses, pero se quedaron, porque a Paula le habían dado trabajo en la "Coordinadora Campesina del Valle del Cauca" y su militancia no le permitió rechazarlo.
Tras los "Acuerdos de Paz" siguieron matando a todos a su alrededor y en algún momento, una de esas balas le mató a la niña de siete años en los brazos. 




Paula Monteverde no se rindió. Creó junto a Daniel la campaña "Colombia vive" y dedicó todo su tiempo a luchar por la paz en su país. Ambos decidieron no presentarse al juicio contra los asesinos, "porque el asesino es Uribe" y no pidieron reparación económica: "porque Elisita no tiene precio".
Paula era de esas mujeres grandes que una admira y nunca se imagina llegar a conocer, de esas lideresas que estremecen en los libros y en las noticias. Paula es la revolucionaria que una quisiera tener el valor de sacar. De frente a los tiros y a los bombazos. Paula muerta y una en su casa delante de la computadora. Hay que luchar. Paula no puede morir, porque se muere Colombia.

Carta de Paula Monteverde al Encuentro Nacional de Mujeres de Argentina







Entradas populares de este blog

10 libros para comprender la Revolución cubana; de manera crítica y marxista (más amplias lecturas complementarias)

  Por Frank García Hernández A la diminuta camarada Seve en su primer año de lucha y a su líder política y madre, mi compañera Claudia   Si bien fuera de Cuba se puede acceder a una historia del proceso político iniciado con el triunfo de Fidel Castro en 1959 -ya sea desde el afamado libro de Sartre Huracán sobre Cuba, pasando por el herético volumen de K. S. Karol Los guerrilleros en el poder , hasta llegar a la crónica periodística de Anthony D´Palma Los cubanos: vidas ordinarias en tiempos extraordinarios -, lo cierto es que mayormente estamos ante una narrativa donde los análisis sobre la Revolución cubana se construyen con ausencia de la historiografía producida en Cuba. Las aún limitadas ediciones digitales en Cuba -que dejan por fuera valiosos textos publicados años atrás-, el muy reciente uso de internet en esta nación caribeña, la exclusión de las editoriales cubanas en los grandes mercados de libros, más la fuerte propaganda anticomunista de Estados Unidos y ...

Cuba: ¡paro universitario!

  El tarifazo lanzado por el gobierno cubano en el sector de las telecomunicaciones, específicamente el acceso a internet, ha provocado una reacción inesperada: los estudiantes universitarios de la Facultad de Matemáticas de La Universidad de La Habana se han ido a paro a académico exigiendo que se eche atrás el alza de precios. La clase trabajadora cubana vive ajuste tras ajuste desde que se aplicó la Tarea Ordenamiento en enero de 2021. Ahora, la burocracia pro capitalista pensó que la clase trabajadora soportaría otro ajuste. Sin embargo, no tuvieron en cuenta que el estudiantado universitario hoy levantado es el que cumplió su mayoría de edad el año en que estallaron las protestas del 11 de Julio. Ese estudiantado ha visto cómo año tras año Cuba se estremece con protestas, han visto que en solo tres años han emigrado dos millones de cubanos; son la generación que ha crecido bajo un presidente extremadamente impopular, sin mayor legitimidad política que haber sido designado a de...

Estudiantes, artistas y trabajadores contra el tarifazo de ETECSA

“Hace aproximadamente noventa años Antonio Guiteras, nacionalizaba la empresa eléctrica y de telefonía para beneficio del pueblo cubano. De su pasado de gloria solo nos recordamos a cada momento por una destartalada termoeléctrica. Hoy escuchando la Mesa Redonda pienso ¿para esto murió Guiteras? Para que nos metería un tarifazo al mismo estilo de las recomendaciones del FMI; hace en los países que el noticiero tanto le gusta criticar. -Vergüenza contra dinero- dijo Chibás y decididamente eso es lo que faltó hoy en cada palabras de ese programa televisivo. Porque las nuevas medidas profundizan más el clásico y por ende la discriminación social. No es la gente que se van alejando de la Revolución es ella misma quien los expulsan o devora como Saturno a sus hijos. Vergüenza, vergüenza y más vergüenza”. Estas palabras son del cineasta cubano Yasmani Castro -publicadas en su perfil de Facebook-, quien dista de ser un comunista, pero retrata a la perfección no solo el sentir de las mayorías ...