Sobre la distribución y producción de alimentos en el socialismo

Juan León Ferrera 



Por los trabajadores, bajo un plan único general, teniendo en cuenta las prioridades necesarias de la alimentación con un carácter científico y humano que encierre un balance vitamínico nutricional para proteger y prolongar la salud física y mental de las personas y la fuerza de trabajo sabiendo que todo proceso revolucionario es un devorador de energía humana. 

Es ahí una  ley suprema de todo proceso de transición socialista. Es necesario cimentar una economía basada en dos palancas fundamentales: poner en practica con urgencia inmediata un desarrollo de la industrialización de cara a la agricultura bajo un funcionamiento de palanca democrática en cuanto a los detalles del plan no menos de cinco años de terminación

Ahora bien, es necesario poner fuera de ley el monopolio político de una sola idea oficialmente prevaleciente: la mayor fuerza motriz del proceso socialista radica en la pluralidad de tendencias que practiquen los intereses del mundo de los trabajadores y de la lucha contra el imperialismo y fundamentalmente contra el método burocrático que es el mayor enemigo interior que frena la democracia proletaria y el avance dinámico de las masas cubanas.          


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