“Durante las últimas tres décadas creció la oposición pro-capitalista, siendo un resultado del agotamiento del régimen”, apunta nuestro columnista Ramón García en esta tercera entrega de Lunes de Cuba Crítica. Sin embargo, “para muchos cubanos el socialismo es lo que existe en los países escandinavos”, o el sistema burocráticamente deformado que gobierna en la Cuba actual -ya sea visto desde una óptica crítica o de apoyo al sistema-. La entrega de hoy es la primera parte de un largo debate sobre estas perspectivas sostenido entre Ramón García y un economista cubano.
Presentación (de Ramón García)
Estimado lector, en el texto que leerá a continuación va a
hallar un montón de ideas que se contraponen sin lograr una solución; así como encontrará
otras tantas ideas que convergen, pero que no fraguan
en el debate.
¿Por qué?
---Pienso en tres razones: 1) como una expresión de la
crítica situación que vive la sociedad, 2) como una consecuencia de visiones
diferentes acerca del ideal socialista, y 3) como resultado de la carencia de
una cultura del diálogo.
Veamos en detalles las diferencias que se revelan en el
debate.
1)
La visión del futuro socialista de Cuba hoy es
idealista o pragmática, tecnocrática o comunitarista, democrática o libertaria…
2)
La política socialista en Cuba es hoy cuestionada
a partir de los resultados de una experiencia de seis décadas.
3)
Durante las últimas tres décadas creció la
oposición pro-capitalista, siendo un resultado del agotamiento del régimen.
Pudiera lo dicho explicar las posturas adoptadas por las
partes en este debate.
Entonces, ¿cuáles son los temas que se discuten en esta ocasión?
• ¿Debemos de admitir que la explotación del trabajador
es sólo capitalista?
• Luego, sí así fuera, ¿lograr la supresión de la
explotación capitalista pasa por la adopción de una “estructura empresarial
democrática” o por la realización de un proceso de “comunización de la
sociedad”?
• ¿Cómo lograr la sostenibilidad e irreversibilidad del
proceso de cambios?
Precisamente, ese es el contenido del debate que Ud.
leerá a continuación.
LA PRIMERA PROPUESTA::
ANDRÉ: No se puede aspirar a que las personas decidan en una votación de forma coherente, cuando muchos ciudadanos desconocen todo el abanico de posibilidades que concierne a una decisión política. Preguntarle a un cubano de a pie si le gusta el socialismo o si prefiere el capitalismo resultaría una pregunta muy inoportuna para los tiempos que estamos viviendo por varias razones:
1. El
modelo de socialismo realmente existente que se ha aplicado y que se basa en
empresas estatales no ha podido desplegar todo su potencial debido a las
sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos.
2. Para
muchos cubanos el socialismo es lo que existe en los países escandinavos, a
pesar de que el modelo escandinavo es simplemente un capitalismo menos
explotador que se beneficia del conocimiento tecnológico y del sistema de
comercio mundial injusto. El modelo desarrollista escandinavo no es viable para
el planeta porque sus niveles de consumo entran en contradicción con los
recursos naturales finitos y cada día más escasos. Si el capitalismo escandinavo
fuera la solución para toda la humanidad, hace rato que Burkina Faso y Sri
Lanka lo hubieran implementado. Por tanto, la lógica indica que el capitalismo escandinavo
es un oasis de menor explotación en el árido terreno de la explotación
capitalista que afecta al 88% de la población mundial que tiene que resignarse
a resolver sus problemas económicos con apenas el 15% de la riqueza que se
produce en el planeta (pueden comprobar estas estadísticas en el informe de
Credit Suisse sobre riqueza global).
3. Muchos
cubanos creen que el socialismo es lo que tienen China y Vietnam. Ya expliqué
en el acápite anterior que el modelo capitalista desarrollista no lo puede
aguantar la biosfera. El afán de lucro de las empresas privadas está acelerando
el cambio climático. Pero quiero señalar una vez más que en China y en Vietnam
lo que abunda es la empresa privada con mucha explotación y mucha contaminación
ambiental. Eso lo reconoce hasta Wikipedia. Y para aquellos que suponen que las
empresas privadas solucionan los problemas de corrupción, los invito a que
analicen el Índice de Percepción de Corrupción que ostenta Cuba y que lo comparen
con el de China o el de Vietnam. Se sorprenderán al ver que en materia de
corrupción esos países están peor que Cuba.
4. Hasta
que los cubanos no aprendan que existen empresas gestionadas democráticamente
por sus trabajadores, que esas empresas se llaman cooperativas, que el
socialismo debe basarse en el cooperativismo, que las cooperativas son más
eficientes, resilientes y sostenibles que las empresas privadas y estatales,
los cubanos no estaremos en condiciones de tomar la mejor decisión posible. Para
tomar la mejor decisión posible hay que conocer todas las alternativas.
Lamentablemente muchos cubanos no conocen mucho sobre la alternativa del
cooperativismo.
Yo creo que
más que votar o encuestar el estado de opinión de los cubanos sobre esa dicotomía
socialismo vs. capitalismo, en lo que debe enfocarse la izquierda es en el
estudio del cooperativismo y en la divulgación de las características de la
gestión cooperativa. Los cubanos merecen conocer ciertas verdades que la
historia y los avatares han silenciado. Cuando los cubanos aprendan cómo se
gestiona una empresa cooperativa de forma colectiva, entonces estarán en
condiciones de tomar la medular decisión de si desean seguir apostando por el
socialismo o si prefieren las cadenas explotadoras del capitalismo. Repito, el
pueblo cubano merece conocer ciertas verdades aún muy poco conocidas.
Inicia
el debate:
RAMÓN: Coincido con el autor en que el
cooperativismo es un paso adelante hacia el socialismo en tanto propicia la
comunización de la sociedad.
Ahora,
nunca se olvide que una cooperativa como Mondragón, y hay muchas más, se
convirtió en una gran corporación capitalista, tan mezquina y despiadada como
las empresas creadas por el Opus Dei en España.
Pienso que la solución pasa por crear una economía mixta con anclaje en la comunidad. Insisto, la política del giro comunitario radical es la alternativa
ANDRÉ: Las cooperativas como Mondragón siempre tienen que enfrentarse a un entorno mercantil capitalista que no las favorece. En el caso específico de Mondragón, ellos sí tratan de que los trabajadores se integren al modelo cooperativista, pero muchos no quieren porque tienen mentalidad de obrero asalariado. De hecho, existe una división llamada Gespa que se encarga de capacitar a quienes desean hacer la transición de la condición de trabajador asalariado hacia cooperativista con plenos derechos. ¿Acaso Mondragón tiene que renunciar a crecer y a competir con las empresas capitalistas porque no todos sus trabajadores quieren ser cooperativistas?
Usted habla
desde una posición que concierne a cuestiones políticas. Yo hablé desde una
perspectiva económica y empresarial. Que una economía sea mixta, no significa
que se deban admitir formas de explotación. Lamentablemente muchas personas aún
no comprenden el daño económico y cultural que provocan las empresas privadas,
no solo porque excluyen a los trabajadores de la toma de decisiones, sino
porque además convierten la explotación en un hábito tolerable.
Aunque haya
mucha participación de las comunidades en la redistribución de los ingresos, no
habrá democracia económica en una economía conformada por un predominio de las
empresas privadas. Eso conlleva otros problemas, como la concentración de la
riqueza, el consumismo y el despilfarro de los ricos. El planeta ya no aguanta
el modelo capitalista desarrollista y el cambio climático lo demuestra.
RAMÓN: André, en el caso cubano, donde
ha emergido una economía mixta con anclaje en la comunidad de modo espontáneo
--desde las remesas hasta las "mulas", pasando por el TCP-- como
resultado de un proceso que cubre las últimas tres décadas.
Desde una
óptica socialista, hallo que es indispensable: 1) instaurar la cogestión obrera
de las empresas, 2) desarrollar el control popular sobre la gestión de
gobierno, y 3) adoptar la autogestión de la comunidad.
Creemos que
estas medidas de democratización de la sociedad harían irreversible el proceso
de comunización de la misma.
Luego, en
esto hay que tener en claro que 'empresa' es emprender un proyecto, que los
tipos de empresas no se definen por las formas de propiedad, que la sumatoria
de estas últimas no agota un régimen de propiedad y que dicho régimen no se
resuelve con una decisión política.
Sucede que
en las Constituciones en nuestra América se define la función de la propiedad,
como también se habla de las 'servidumbres' en los Códigos civiles de estos
países.
Fíjese en
el hecho de que ese es el argumento que usa Petro en Colombia --por ejemplo--
para avanzar en la comunización de la sociedad, incluso, sin poner en cuestión
los marcos capitalistas del proyecto-país del Pacto Histórico.
Pienso que
la cuestión de fondo se reduce a entender que la solución no se haya en el
Estado o en el mercado, sino en la comunidad. Significa que ambos, Estado y
mercado, deben ser convertidos en
extremidades sociales de la sociedad.
ANDRÉ: La solución debe ser múltiple,
porque debe abarcar cambios ideológicos, culturales, económicos, políticos y
sociales. Pero lo que usted menciona es un despliegue de la democracia en el
terreno político solamente. Esa gestión comunitaria existe en Suiza, sin que
dicho país haya eliminado la explotación que ejercen las empresas privadas. No
considero que las remesas y los trabajadores por cuenta propia sean ejemplos de
gestión comunitaria. Las remesas son ayudas familiares y no benefician
directamente a las comunidades. Y el modelo de "trabajador por cuenta propia"
es un eufemismo que se utilizó durante años en Cuba para no tener que aceptar
oficialmente la existencia de empresas privadas. El trabajo por cuenta propia
o, para decirlo mejor, el trabajo autónomo, no se basa en la participación
comunitaria. El trabajo autónomo se basa en el esfuerzo de productores
aislados, así que eso dista mucho de ser un sinónimo de integración
comunitaria. El tema de la congestión
obrera es válido pero brumoso. No existe una cultura empresarial de la
congestión obrera, más allá de libros y propuestas. La congestión obrera no se
ha materializado en un movimiento definido con principios de funcionamiento,
como sí lo han hecho las cooperativas, las mutuales y los kibutz. Si se cumplen
los Siete Principios del Cooperativismo, entonces hay congestión obrera.
RAMÓN: Advierto que la economía mixta ya
existe en Cuba y se haya a medio camino entre la economía no-estatal y la
economía informal.
Esto es un
hecho, no una idea.
Luego, esa
economía se haya anclada en la comunidad. También eso es un hecho, no una idea
a realizar.
Sugiero que
entre al blog Revolico.com y se entera en qué consiste el anclaje en la
comunidad de esa economía.
Sucede lo
mismo con el 'Paquete de la semana'.
La economía
no-estatal debe su solvencia financiera a las remesas, así como las cadenas de
suministro de deben al comercio de fronteras.
La economía
mixta en cuestión es 30% del PIB y lo logra con apenas el 13% del empleo.
Desde
luego, se trata de economías que se articularon en medio de una situación
límite y están signadas por las estrategias de sobrevivencia que se impusieron
en las últimas tres décadas.
La creación
de Pymes y la autonomía municipal en curso son claves del giro comunitario
radical que nos empeñamos en realizar los socialistas libertarios cubanos.
Este año
serán aprobadas la Ley de empresas y un nuevo Código de Comercio.
Entonces,
debe de entender las tres políticas que sugerimos como un corrimiento a la
izquierda de la economía mixta en cuestión y del tejido social que la respalda.
Durante los
años 2000 varios compañeros se empeñaron en pintar de cooperativa a toda la
sociedad y con esa fórmula mágica, creyeron que iban a resolver los complejos
problemas que afectan nuestra sociedad.
Además de
ser un acto voluntarista y reduccionista, dado que se tratar de impostar una
idea en la realidad, este tipo de actitud ignora que Cuba no es una hoja en
blanco sobre la cual se puede dibujar bellas figuras, así como no omite el
hecho de que la nueva sociedad está ya entre nosotros.
Este fue el
pecado original del socialismo real existente en el siglo XX, que entendió el
comunismo como una estación de llegada o una línea en el horizonte.
Luego, ante
la pregunta: ¿Cómo lo haría?, Usted respondería: ¿Haciendo un gran sacrificio
No. Desdichadamente, como siempre, el carbón que alimenta esa caldera son vidas
humanas.
Creemos que
darle una oportunidad a la nueva sociedad es darnos una oportunidad a nosotros
mismos, que es apostar por lo mejor de nosotros mismos.
Entendemos
la nueva sociedad como un resultado del proceso de comunización de la sociedad
real existente, no como un Frankenstein sacado de la mentes febriles y almas
angelicales.
Debemos de
contar con lo que tenemos para hacer la revolución, o como dice el refrán: Con
esos bueyes hay que arar.
Somos hoy
una sociedad fracturada, desarmada, despolitizar, que se rehace sobre la
marcha.
El desafío
de las izquierdas socialistas en Cuba hoy es evitar que, ante el agotamiento
del régimen, ocurra una reacción pendular que nos lleve al otro extremo. Porque
tanto el estatismo como el privatismo son dos caras de una moneda.
Las
derechas en Cuba, oficialista y opositora, son los enemigos a vencer y para
ello debemos de superar el marasmo que ha creado la derecha oficialista e
impedir que el proceso de cambios sea desquiciado por la derecha opositora.
Presentarnos
en esa batalla vestidos de cooperativistas nos condena al fracaso de antemano.
Exigir al sujeto de la revolución que emergió del proceso que asuma esas
banderas restar fuerzas al mismo.
Durante los
años 2030 se dará la batalla por la comunización de la sociedad y para esa
guerra nos preparamos.
ANDRÉ: Me parece que usted confunde
muchas cosas.
Que la
gente venda y compre artículos en el mercado informal no significa que las
comunidades estén empoderadas. En el mercado informal la comunidad no ejerce
ninguna influencia ni mecanismo de control. El mercado informal no está
regulado, excepto por las débiles relaciones de contrato de palabra que se
establecen entre vendedores y consumidores.
Las remesas
tampoco benefician a las comunidades, sino a las personas naturales. En
comunidades cuyos miembros no han emigrado, las remesas no tienen ninguna
influencia.
El mercado
informal es capitalismo desregulado al duro y sin guante. Un capitalismo que ni
siquiera protege los derechos de los consumidores.
Las razones
por la cual el cooperativismo no ha avanzado en Cuba ya las expuse en otra
publicación.
Yo no he
dicho en ningún momento que la única solución sea el cooperativismo. He
aclarado que el cooperativismo solo es un aspecto económico y que Cuba (y los
demás países del mundo) necesita cambiar cuestiones ideológicas, culturales,
sociales y políticas. El cooperativismo sería solamente el cambio económico
empresarial. La economía no se reduce a
lo empresarial. Pero yo estoy hablando solamente de una cuestión económica
concerniente al modelo empresarial.
RAMÓN: Entérese, amigo, soy un sociólogo
político y antropólogo cultural y he realizado decenas estudios y escrito
varios libros sobre la sociedad cubana en las últimas tres décadas.
Luego, soy
un activista comunitario y un opositor de izquierda al régimen.
También
tengo empresa propia y realizo operaciones de comercio y ejecuto proyectos de
inversión en varios países de África, Europa y las Américas.
Significa
que hablo con conciencia de causa sobre las problemáticas que discutimos en
esta ocasión, así como le agradezco que haya abierto un diálogo entre nosotros
sobre temas tan complejos.
Considere
lo antes dicho como carta de presentación.
Ahora,
sobre la confusión que Ud. cree ver en mis comentarios, le digo lo siguiente:
1. Nadie
habló de comunidades que se empoderan partir de intercambios mercantiles en un
mercado informal.
Este tipo
de mercado es propio de una economía capitalista precarizada y se basa en una
reproducción simple del capital.
2. Eso sí,
hablé del anclaje de una economía mixta en la comunidad y ofrecí los casos de
las remesas, el comercio de fronteras y el TPC como evidencias de ese tipo de
anclaje.
Fíjese en
la referencia que hice al tejido social que resulta y soporta a ese tipo de
economía. Entonces, hallo que el "control" de la comunidad se ejerce
de modo indirecto en base a la lógica reproductiva de ese mercado (M-D-M').
3. Creo que
Ud. se equivoca al creer que las formas de autorregulación del mercado informal
son débiles e ineficaces.
Entérese
que los flujos financieros anuales de las remesas y el comercio de fronteras
son superiores a los 7,000 millones de dólares y esas cantidades de dinero
únicamente son administradas por bancos y financieras que se hayan en un primer
nivel mundial.
4. Según un
estudio del CEEC (2012), el 20% de los cubanos reciben el 53% de las remesas,
así como el 60% de la población accede a ellas de modo directo e indirecto.
Evidentemente,
el 20% de los cubanos más ricos no remesan, sino que transfieren el dinero que
van a invertir. Significa que cada año se invierten en la Isla 1.2-1.5 mil
millones USD en base a esta fuente de ingresos.
5. También
en Cuba el mercado informal es una expresión del estado de precariedad que
afecta a toda la sociedad. Sin embargo, la situación es diferente a la que
encontramos en México o Brasil, por ejemplo.
Sucede que
el fondo salarial del Estado sólo coloca al 24% de los cubanos por encima de la
línea de pobreza, mientras que las remesas salvan al 64% de esa crítica
situación.
Sobre lo
que piensa Ud. acerca de los obstáculos que frenan al cooperativismo no puedo
dar una opinión. No lo he leído. Prometo que lo haré en breve. Desde luego,
tengo un criterio formado sobre este asunto, pero por ahora me lo reservo.
Trabajo en
este instante en un proyecto de creación de un Laboratorio de emprendimientos
en base a un concepto de Economía social solidaria y las cooperativas son
claves en la realización de este proyecto.
ANDRÉ Repito, porque parece que no
entendió:
- Las
comunidades no ejercen control sobre el mercado informal. Por tanto, ahí no hay
poder comunitario.
- Aunque
las comunidades ejerzan un control sobre los impuestos de las empresas privadas
y de los trabajadores autónomos, las comunidades no pueden obligar a un
empresario privado a compartir las ganancias de forma equitativa con sus
empleados. La democracia política no está directamente relacionada con la
democracia económica. Pero quienes poseen más poder económico siempre terminan
controlando la política.
- Las
comunidades tampoco ejercen un control sobre las remesas. Las remesas llegan a
manos particulares que las gastan cuando compran productos y servicios, o
cuando invierten para rentabilizar su propio capital. Las comunidades se
benefician de ese gasto por la recaudación de impuestos (y en el caso
particular de Cuba, por la recaudación de utilidades de las empresas
estatales), pero las comunidades no deciden sobre las remesas.
- Que el
dinero que se mueve en el mercado informal sea grande, no significa que ese
mercado esté regulado adecuadamente. ¿A qué autoridad le reclama el consumidor
cuando un producto comprado en el mercado negro está en mal estado? ¿Qué
seguridad al 100% puede tener un consumidor sobre la garantía de los vendedores
del mercado negro?
RAMÓN: "Vamos por partes",
como dirían los carniceros en México. Pienso que se avanza en esta discusión,
pero la agenda se amplía.
1. Insisto,
nunca dije que existan "comunidades empoderadas", o que hayan comunidades
que ejerzan un control político sobre la economía; claro, excepto aquel que
representan estás cómo demanda solvente.
2. Parece
que se olvida que la economía de remesas es la respuesta de una sociedad ante
una situación límite y que esa respuesta es expresión de una tradición
mutualista que es puesta en actualidad. Espero que entienda que esto es algo
que dota de sentido de comunidad a la "economía informal" en el caso
cubano.
3. Debe de
saber que la democracia es apenas un estado político de la sociedad (como lo es
el despotismo) y que la economía es un aspecto o momento del proceso. Significa
que hablar de lo político y de lo económico como realidades opuestas sólo se
entiende como una abstracción de la realidad concreta.
4. Luego,
aún cuando no he dicho que las comunidades sean las que decidan el destino de
las remesas, me resisto a creer que estás estén condenadas a realizarse en el
ámbito individual o a una escala familiar.
5. Pienso
que Ud. adopta una visión institucionalista del asunto que le impide advertir
la presencia y eficacia de mecanismos de autorregulación de la sociedad.
6.
Finalmente, nunca se estaría ante el dilema en que las utilidades de una
empresa privada puedan ser disputadas por una comunidad. Sucede que una
economía mixta con anclaje en la comunidad no produce externalidades.
Hablemos de
cosas prácticas. Dejemos a un lado los manuales.
Sucede que
existen en Cuba 29 pequeñas ciudades (de 20 a 35 mil habitantes) cuya autonomía
con respecto a la economía estatal y sistema político es mayor a la media
nacional. Evaluamos en este instante la adopción de una solución cooperativa
integral que cubra el proceso de reproducción de la comunidad en su totalidad.
Ese es el
punto en que estamos.
Esta son
las preguntas que nos hacemos.
1. ¿Cómo
reciclar la economía popular existente para adecuarla a la lógica solidaria y
el sistema de autogestión de la comunidad?
2. ¿Cuáles
son las formas económicas y sociales más adecuadas que debemos de adoptar en
este proceso?
Partimos de
un diagnóstico de la comunidad, que debe ser sometido a una discusión con los
miembros de la misma. Después de eso, debe ser traducido en proyectos y
regulaciones que afectan la vida colectiva de la sociedad.
Entonces,
se sabe de antemano cuál es la cobertura óptima de servicios que necesita la
comunidad. Después de eso, cada proyecto es licitado en base a un criterio de
bien común o de servicio a la comunidad.
Luego, aún
cuando las formas de propiedad que participan en este tipo de economía son
diversas, todas ellas se verán sometidas por la fuerza gravitacional que impone
la comunidad.
Finalmente,
entre las fuentes de financiación de una economía mixta en Cuba se hayan las
remesas, pero la escala de estas pasaría del ámbito familiar a escalada de la
comunidad, así como la gestión de fondos sería competencia de esta última.
Siguiendo
esta lógica, exigimos que en la Ley de municipios se prevea la relación de la
comunidad con economías a escala nacional e internacional.
Fin de la primera parte
Aclaración: por problemas técnicos esta entrega de Lunes de Cuba Crítica fue publicada este martes y no al día de la semana que corresponde a su nombre.
Lea las dos anteriores entregas de la columna Lunes de Cuba Crítica:
¿Socialismo liberal democrático? o el Arca de Noé como alternativa